Ayer con la pena transitoria no dije nada del regreso.
Para comenzar, fui a volver a mi estado natural y a la loca.
Cuando yo digo la loca me refiero a la mujer que te depila. Eso viene de una ocasión en la que alguien cercano a mi fue a depilarse, y la "profesional" se tomó la cera por su mano e hizo lo que le dió la gana sin atender a límites.
Al contarme eso, y después del aparatoso relato de mi amiga chillando y la otra diciendo barbaridades del tipo "ya verás, que luego se disfruta más" decidí jugármela e ir a verla.
Surrealista total.
El caso es que desde entonces, mujer que me depila, yo que la llamo loca.
A la loca fui, de la loca volví y me monté en el bus que en teoría me llevaba a Madrid pero que yo diría que me llevaba a la granja-escuela. 5 niños de 6-8 años a mi lado, uno de ellos literalmente, que hasta cantaron las canciones típicas de las excursiones.
De vuelta, pues estudio, compra, estudio, paseo...aun no me ha dado tiempo a mucho, pero en fin...
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