4 dic 2008
212
A mí, así propiamente dicho, no me han regalado muchas veces flores en mi vida. Yo sé que es estupido, inmensamente perecedero, pero, me encanta mirarlas, me encanta lo que significan, me hacen feliz.
Ayer había una rosa encima de mi cama..."oh qué pastelada" diréis (y no cuento qué más había para no subirle el azúcar al público aquí presente), pero la coña es que no, que no fue un día pastel, ni rosita (o no más de la cuenta) fue un día con una gran excusa para poder hacer lo que mejor se nos da.
Yo, que soy una persona de poca paciencia, me sorprendo a mí misma. Digamos que el tiempo, que para mí una vez fue un esfuerzo sobrehumano de aguante y constancia, hoy en cambio, es simple fluidez. No sé si es que me hago mayor y veo las cosas con más tranquilidad, o es que la circustancia se brinda a ello. Va a ser la circustancia, más bien la persona, que me hace sentir que el tiempo es tiempo solo, y lo que es peor, a veces se emperra en hacérmelo entender (unidades, variables), pero es genial intentar captarle y a mitad darte cuenta de que es tontería pero querer seguir oyéndole.
Casi nunca hablo de él aquí, por supersticiones mías (y como se joda por la gracia, la liamos), pero merece la pena saltarse las normas un día.
Ha sido extremadamente dificil llegar hasta aquí, pero estamos, y como dijo un gran sabio un día: "A mí me gusta pensar en lo que todavía no nos ha pasado".
Estoy mala, en la cama, pero mirar hacia mi mesa, me hace sentir mejor.
Así es que mañana, me levantaré, me abrigaré mucho, e iré a hacer las cosas que debo de hacer, esperando que vaya pasando lo que vaya viniendo, you know...keeping it real!
DC2NY
C'est le zoo! Y me trajo un poquito...
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