He escrito "blog" en la búsqueda de mensajes de mi correo en google y me han salido unos cuantos...
Cuando escribo en la galería no puedo colgarlos, porque la página no abre, asi que lo escribo en el correo, y me lo auto mando (como ahora). Pero luego nunca me acuerdo (o por razones más extrañas y complicadas de explicar, paso) de colgarlos.
Esta mañana he llegado tarde al trabajo, quería bajarme algunas canciones que me ayudaran a llevar el frío...
Now the years are rolling by me, they are rockin even me
I am older than I once was, and younger than Ill be, thats not unusual
No it isnt strange, after changes upon changes, we are more or less the same
After changes we are more or less the same
I am older than I once was, and younger than Ill be, thats not unusual
No it isnt strange, after changes upon changes, we are more or less the same
After changes we are more or less the same
Vaya semanita... (se acordará Eleno de los sketchs de cuando veía la tele vasca?). Hoy es 1 de Diciembre, un mes que en general me gusta, ojalá me hiciera la Navidad tanta ilusión como hace 4 ó 5 años, pero bueno, esas cosas se las lleva el viento, el tiempo y frío.
Ahora la vida se hace más perra en algunas cosas, y otros días saca brillo y pasan cosas buenas, y sonríes como si fuera 6 de Enero y tu llevaras un pijama-manta.
El pijama-manta era lo que mi madre me ponía de pequeña cuando vivíamos en Víznar especialmente para que no me encontrara una mañana en mi cama blanca, hipotérmica perdida. Como su nombre indíca era como una manta, metías los pies y los brazos y se cerraba por la barriga. Recordar recuerdo bien 2 de ellos, uno verde y uno amarillo que le gasté los talones corriento por el pasillo y poniendo los pies sobre el brasero. Así me cargué muchos calcetines. Con eso puesto y la barriguilla, parecías un oso amoroso. Tenía su gracia. No los he visto nunca más, solo para bebés muy pequeños. No se porqué se da por sentado que los adultos no pasan frío.
La historia es que hay cosas que te mantienen con ilusión, a pesar de que casi cada día pasan cosas que te hacen pensar en el poquísimo sentido y la poca felicidad que te crea las cosas que son "como tienen que ser las cosas".
Pero, son esas las que te hacen querer seguir un poquito más; la cervecita (yo clara como mucho) con la mejor sonrisa en frente,y la frente alta, las altas horas de la madrugada, las noches sin pijama-manta, ni manta ni pijama, las películas malas, la banda sonora de la gran película, tu propia banda sonora que es la mejor música, la música chorra, el chorreo de la olla en la cocina, el cariño que se cuece, que se pongan cariñosos, que te llamen, llamar por el teléfono fijo y poder hablar todo lo que quieras, y darle todo lo que quiere porque puedes.
He notado que hablo mucho últimamente de lo cabreada que ando con trabajos y mierdas del baile que me iban a volver loca, y la galería y la facultad, y la poca motivación, y la pena por cosas que no se pueden arreglar, y el miedo...y he pensado, que buscar una sonrisa hoy, que empieza Diciembre y las calles se iluminan (muy horteramente, pero lo hacen), podría ser un principio de volver a creer en la Navidad, o al menos, como en clase: en lo bello.
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