Dos días más de rodaje iiiiinfinito.
Prisas, y horas sin dormir, dolores de estómago, comida basura, sudor y alguna lagrimilla que se le escapó a alguna. Pero se va acabando.
Creo que todos hemos aprendido un poco del trabajo de todos, todos hemos colaborado y al final se terminó convirtiendo en un campamento...¿o en un campo de trabajo?jajaja
Con mi parte terminé contenta, dolorida pero contenta, y aunque aún quedan algunas cosas por terminar, estoy deseando ver el final, el producto completo...la obra.
En el camino se agradecen las colaboraciones especiales, y las manos echadas, y por otro lado, hemos aprendido que a veces cuando de primeras piensas que alguien es imbécil, no te equivocas, es más te quedas corto. Esto es lo que nos pasó con el tio de las luces, un perfecto impresentable que nos dejó tirados media hora antes de empezar a rodar...pero mira por donde, voy a tener algo que agradecerle, y es que el día que me lo cruce (que lo haré porque así es la vida) descargaré toda la tensión acumulada de un mes.
De resto, de la vida normal a la que espero incorporarme a partir de mañana, que sepáis que me han cogido en Pilar Parra-Romero para hacer unas practiquillas, y que la verdad es que tiene muy muy buena pinta. Os iré contando.
Por ahora mañana el último y después el dulce sabor de estar desocupado. Yeah.
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