Acabo de enviar todo para comenzar en el nuevo trabajo el lunes...
En realidad tengo ganas ya del trabajo de verdad, la primera semana es siempre un poco de adaptación, y a mi siempre me pilla con ganas de más.
Creo que alguna vez he contado que cuando iba al colegio la primera semana era un rollo, que si presentarse, que si fulanito y menganito no tienen el libro aun... Y yo ya quería que hubiera rutina de verdad.
A mucha gente los periodos de adaptación le estrenan, a mi me aburren un poco.
Tampoco digo q llegues, te den una silla, un ordenador, 14 libros, 5 dossiers y un flexo y que te digan: buena suerte maja, cuando acabes apaga la luz. Pero a mi me gusta cuando las cosas están asentadas.
Es curioso que yo le tenga tanto cariño a la rutina cuando mi vida es tan cambiante, verdad?
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