11 feb 2012

Días en los que te das cuenta de que tienes mucha suerte

Y entonces te relajas.

Llevo una semana y algo fuera, dando vueltas, cargando maleta y acumulando ideas, conociendo gente diferente (algunas de ellas muy inspiradoras, de esas que te dan una master class en un café y una manzanilla), viviendo espacios y apuntándome notas en las esquinas de la maleta.
Me he pasado más de 7 días de viaje (de hecho, me estoy pasando aún) sola y muy bien acompañada, gente nueva y reencuentros y besos y abrazos y mucha comida. Barcelona is love. Levante es bastante feo, y en Zaragoza hace un frío alucinante. Pero todos tienen cosas buenas que iré contando y recomendando en el futuro.

Resulta raro estar tantos días sola, porque tienes mucho tiempo para pensar y para analizar cosas, para redecidir, y para estructurar en la cabeza. He viajado realmente incómoda por mi culpa, una maleta enorme, la mochila y el bolso, pero eran muchos días, y muchas cosas que cargar y que traerme de BCN, aunque aún me quedan cosas allí que irán viniendo poco a poco.
El caso es que en medio de tanto ajetreo, que se te ocurra una idea o una pregunta interesante es básicamente una putada, porque ¿dónde te la apuntas? y no me digas en el móvil porque esa ha sido otra, la batería del iphone ha durado muchísimo menos de lo normal y yo creo que ha sido aposta... yo por ahí defendiendo la genialidad de Steve Jobs y así me lo devuelven los de Apple...

En cualquier caso, en proceso de volver y reescribiendo pequeños textos, me encuentro en casa de mis padres, aun con cajas de libros que trasladar, y en medio de un día del que no esperas nada te encuentras que tienes mucha suerte, que estás a gusto. Y aunque hay cosas que no encajan, es agradable que haya alguien que te cuide, y que te muestre eso, que tienes mucha suerte.

Nos vemos en ARCO

1 comentario:

Pat dijo...

No voy a hacer ningún comentario artil, pero tienes una sorpresa en mi blog!