13 jun 2009

De buses y hornos

A veces me ocurre una cosa curiosa.
Yo prefiero el autobús mil veces al metro, pero mil!

Porque siempre viaja la gente mayor, que va sin prisas, y puedes mirar por las ventanas, y no al suelo.
Y siempre cuentan cosas sobre cómo era antes la ciudad.

Al pasar por Atocha ha dicho ella "si nosotros conocíamos bien a los del Brillante, te quedas en la gloria allí. Él puso el bar aquí porque su tío tenía un local, pero el primero estaba en cuatro caminos, y ese era el Diamante, y ya los demás que abrieron se llamaban Brillante" Fíjate tú.

Me gusta saber esas cosillas, y enterarte de que las ciudades y los pueblos en su día, tuvieron también sus historias.

Mi casa es un horno...complejo de pollo en salsa.

No hay comentarios: