1 jul 2010

Barcelona es poderosa y rica en despedidas











*mil y una despedidas, varias fotos.


Solo me quedan unas horas en esta ciudad.
Me voy exactamente el mismo día que llegué hace un año, y ha pasado de todo en 365 días.
Profesionalmente pues ya lo he dicho casi todo, y lo que no he dicho estará al caer, ha sido un añito lleno de experiencias y de cosas buenas y bonitas, de otras peores pero de todas he sacado algo bueno.
He conocido a muchísima gente, de todos lados, el otro día en mi despedida se hablaba inglés, francés, italiano, catalán y de milagro español.
Me llevo muchas cosas de BCN (doy fé, que estoy empaquetando todo), pero lo que más me gusta no me cabe en ninguna maleta.
Patricia, David, Tommaso, Cindy, Enrichetta, Mariella, Gianluca, Danilo, Ángela, Katia, Paula, Christian,Javi, Alex, Manel, Jordi, Pilar, Tony, Lledó, Fran, Vane, Michele, Cinzia, Francesco, Claudio, Marta, Jota, Ana, Maria, Sergi, Carolina, Alma, Elena, Fabián, Fernando, Javi Montes, Raúl, Xavi, Nauzet, Laura, Noemi, Adiana, Karla, Marcia, Ariadna, Jorge, Kriz, Johan...y me dejo gente, lo sé, pero me lo llevo todo.
Son todo personas que me he cruzado, gente que han pasado de una forma u otra por mi vida, y eso ha sido Barcelona, subidas y bajadas, pero todo ganancias.
Esta noche me he despedido de Cindy, Tommaso y Michele, vino y comida en el bar ya mítico a cargo de Tommaso (grazie!), no parecía real, pero bueno, los tengo dentro de nada en casa así que no problem. Pensemos en positivo.
Pero era raro...ha sido raro despedirse de todos, y no despedirse de algunos. Fue raro ayer tomar otro metro y decirle adiós a Paula, que es mi clon en mil sentidos. Fue raro decirle adiós a Patricia en esa silla, en esa galería y no poder darle todas las gracias que le debo.
Fue raro no decirle "nos vemos esta semana amore" a Enrichetta, y mirar ese cuaderno de grandes frases, de La Central, mi tienda por antonomasia, porque ella me conoce.
Es raro no tener a Mariella aquí ya, ni a Ángela, ni a Alma, ni a María, ni a Elena...
Es raro no volver a ver a Michele, por muchas cosas, por raro que parezca lo raro.
Fue raro decir adiós el sábado, entre risas y alcohol. Es raro decirle adiós a los chicos y pedirles que se porten bien.
Ha sido raro volver a casa en bici, desde Fontana, una bici sin enganchar, todo el tiempo del mundo para volver, travessera de gracia toda mía (menos mal porque el vestido no ayudaba), aire en la cara. He pasado a ver el antiguo piso, y como tenía tiempo he dado un paseo, hasta llegar a casa. Y ha sido raro ver a estos dos figuras, y saber que les voy a echar de menos, las peleas, los piques, las risas. Voy a echar de menos los capítulos repetidos de FoQ (sí, los veíamos y nos partíamos después de comer), las críticas y las risas de Fran, la buena fé, el cariño y las canciones de Tony y el machote de la casa, que el pobre aquí no tiene autoridad y es el niño tocapelotas mimadito de todos nosotros.
He llegado y "dónde has estado niña? qué hora son estas? hombre...tú qué te crees?" Me siento y me dan un paquete. Me he puesto roja...¿un regalo?
Un marco, y una foto. Me la llevo a casa, nos vemos en casa :).

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