27 ene 2010

Wrap yourself


Un momentito para hacer referencia a algo que me ha llamado la atención de un artículo que leí esta mañana:
Converse Celebrates Creativity...What Do you Do?
La web española no dice nada, habrá que esperar, el caso es que han creado una plataforma global que por ahora cuenta con 12 artistas pero que aspira a llegar a los 25. Todos ellos intentan que su obra llegue al gran público de manera directa. Así se ha creado la nueva colección de esta marca.
De entre los artistas que he podido ver en la revista, me han llamado la atención mentalgassi, un grupo de Berlin, que hacen cosas bastante buenas en mi opinión de street art.
Luego dicen que Berlin es impresionante, y que la vanguardia ahora parte desde el muro. La diferencia fundamental en éste caso, es que en Alemania no está prohibido el arte urbano, puedes empapelar la ciudad (como Christo envolvió el Reichstag en su día) y no hay multa que te obligue a dejar un trabajo a medias o a arruinarte durante una temporada.
Esto me da qué pensar...¿sería el arte más libre el arte de la Anarquía? ¿a más libertad más calidad? Pues lo dudo, la verdad.
Primero es que no creo en la Anarquía porque lo veo como un imposible absoluto a estas alturas, y porque creo que todo desorden tiene su orden y al final habría normas, aunque solo fueran acuerdos tácitos en los que nadie hubiera dicho una palabra.
No creo que a más libertad más calidad. Porque aquí (aquí aquí), hoy en día cada uno pinta, corta, diseña, proyecta, esculpe y dibuja lo que le da la gana, y se ve la misma cantidad de basura.
Pero sí que estoy en contra de la clasificación. Es decir, lo llamado arte marginal, street art, antiperformance, unlocking...todas esas corrientes que se ven afectadas por normativas que delimitan su campo de trabajo y el nivel al que se pueden expresar, son para mí la prueba más clara de una hipocresía que campa a sus anchas por la ciudad.
Es decir, Alberti pinta un mural enorme en Cádiz: Alberti reconocido artista, poeta e increíble personaje. Alguien del Ayuntamiento apoya la idea de que su obra "se haga pública y al alcance de todos", porque Alberti ya está dentro de las instituciones.
Christo envuelve monumentos, en Granada colocan esculturas de Rodin, las vacas pop invaden las ciudades de España, porque así el arte está integrado en la vida cotidiana de la gente. ¿Pero estas intervenciones que vemos a veces en las esquinas de nuestra calle, la performance en lo alto de un edificio, la crítica firmada, no es arte para el Ayuntamiento, no aporta nada al paseante, no es arte integrado en su vida?
A mí me interesa el carácter efímero de este tipo de trabajos, no solo los callejeros, sino aquellos que parten de una idea, se reflejan en un objeto casi miserable que puedes tirar a la basura si quieres, en un "pongo" (y dónde pongo yo esto...?) pero que permanece el concepto, la expresión, la risa provocada. A mí me gusta.
Quizás si la gente estuviera tan acostumbrada como en Berlin a ver arte por la calle cuando va a tirar la basura, no tendría esa necesidad imperiosa de pintar encima de la escultura que han puesto en su calle durante una temporada.
Todo en esta vida es aprender...


Echádle un ojo.





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