18 ago 2008

Eleno

Esto se merece un post a parte, porque es la visita de Eleno a mi casa.
En esas veces en las que uno tiene todo lo malo metido dentro, cuenta con muy poquita gente cerca, pocos números siempre disponibles, a cualquier hora y con una buena y sincera respuesta siempre.
Los amigos son contados, si. Y no siempre son la gente con la que puedas pasar el rato saliendo de tus problemas, eso a veces es solo compañía. Para mí es más, es más simple. Son la gente a la que te apetece contarlo y la que entiende que no lo hagas.
Eleno es de esas. Yo he dicho en varias ocasiones, que si no fuera una tia me casaría con ella, y lo digo de corazón. A esta mujer, le debo millones de cosas, de noches salvadas, de risas y de consejos esenciales. Me hace sentir bien, no solo por ella, si no por mí, porque me deja siempre claro que a ella le pasa igual conmigo, y si yo soy solo un poco como Eleno, entonces debo de ser la leche.
Pues eso mismo, que se lo debía, y creo que dentro de todo, he cumplido.
Ele llegó estando Candela (un bicho que ya hablaré de él en algún momento) en mi casa. Piscina, helados, y bus ogijareño. La pobre estaba flipando con esto de que soy "de campo". Para el que no lo sepa, el bus de mi pueblo, como el de Cádiz, tiene un horario muy estricto que se resume en "de aquí a ná" y "ya mismo". La fauna autóctona con su música del móvil a toda leche y la medalla de oro en la boca, nos acompañó como siempre hasta el paseo de la bomba y subimos al centro: Ele pedía tapas a voces. Chapado, cerrado, no abrimos hasta Septiembre.
Tuvimos que subir a la calle Elvira...y venga tapas y venga tapas, y todo perdido! Llegó Gunti con un amigo y parió la abuela. Ese primer día yo creo que las dos fliparon un poco.
Al final, dos litros y para la Catedral. Yo como ahora no bebo me dediqué a reírme muy sanamente.
Caminito de Belén y a casa.
Al día siguiente, más de lo mismo, con un poco de estudio de por medio. En la piscina he de decir muy egoístamente, que me alegré de ver lo morena que estaba yo. Claro, no tiene mérito, debido a los cambios de planes en verdad no he hecho otra cosa en este tiempo y estoy niiigra niiigra.
Esa noche, cenamos parrillada el ciento y la madre de gente en casa, entre ellas claro, Eleno y Gunti.
Tras la cena, postres y piñas coladas, bajamos a Granada dirección La Booga....cerrada. No me lo creo.
Deambulamos un poco y probamos suerte en el Afrodisia. Yo, como decía, no bebo…hice la excepción y descubrí que con la 1925 no me duele luego el estómago. Baile y más baile y amigos de la Gunti que florecen por doquier y que nos informan de que la Booga abre, pero más tarde. Nos trasladamos y allí seguimos dando brincos y brancos hasta que veo el reloj y decido que ha llegado el momento de hacer una aparición estelar en casa.
El Domingo se resume en más piscina y menos Prozac como decía el librillo ese.
En estos días, en un momento determinado le pregunté si no pensaba a veces en acabar con todo, si no había tenido nunca la sensación de no querer seguir. Y la respuesta que me dio se me quedó dando vueltas en la cabeza: “no, yo cuando estoy así lo que pienso es que me quiero ir a tomar por culo, tiene que haber sitios mejores”.
A veces repetimos conversaciones, como las de los hijos de todas, nos imaginamos quién de nosotras tendrá descendencia, y como será, y por ahora los más sanotes son los suyos. Se habla ya de bodas de algunas y de los años venideros, y nos vemos las dos sentadas en esas bodas juntas, queriendo morirnos cuando la tarta de turno salga del suelo y la corten con una espada.
Cuando estoy con ella me doy cuenta de que no soy tan rara, que encajar no es tan fácil, y que por lo tanto el camino fácil no te lleva, casi nunca a lo mejor que te pueda dar la vida.
Si que debe de haber sitios mejores, y Granada mejoró cuando tu viniste, monga.

1 comentario:

FF dijo...

los helados, las piscinas, candela y todo todo eso ya lo has contado tú. así que queda la otra parte de la historia. la de la amiga perdida que quiere ayudar a su amiga dolorida sin saberse el método científico... y simplemente VA. que yo no iba a pasármelo bien (aunque medio eleno sabía que así sería y asi fue-amen).
yo iba porque sí y al final siempre es terapéutico.
venga, tiro la casa por la ventana, sincerémosnos de verdad:
estos meses en que me estoy haciendo tan asquerosamente "mayor" me daba una especie de vértigo acercarme otra vez a los que me conocen con mayúsculas, y si me pasaba con todo el mundo, con andreo... era como volver a casa. o como mirarse en el espejo después de una graaaan noche de insommio, temiendo las ojeras hasta los pies.
lo bueno tuyo, andreo, es que pueden pasar 100 años que sigues mirando adentro, sin juzgar la imagen, sin juzgar. que si no me conoces tu no me conoce nadie, y qué agustito se está con quien te mira y lo entiende todo, que agustito se está contigo.

así que se acabó el vértigo, que es un miedo absurdo y desaborío, como todos los miedos, oyes andreo??? como todos.

se acabó el encerramiento. septiembre nuevo vida nueva. u octubre, o cuando sea, espérame que yo te espero.

y el helado delicioso. y te conocí mas. gracias.